El aburrimiento muchas veces es visto como algo negativo, en este artículo vamos a analizar cómo el aburrimiento puede tener un sentido y brindarnos algo importante.
El aburrimiento es un sentimiento de fastidio dado por la falta de emoción o diversión. Se entiende que este sentimiento puede ser momentáneo o constante en el tiempo.
Es bastante común que los niños se aburran más que los adultos. El aburrimiento surge por la falta de un estímulo que nos active. La falta es clave en este concepto de aburrimiento. Es la falta de diversión, de deseo, incluso de hacer algo. Esto se vuelve un problema si el niño o el adulto no puede tolerarlo. El poder tolerar este aburrimiento puede ser la clave para superarlo, y que este estado no se vuelva crónico en el tiempo. El aburrimiento es algo natural en el ser humano. De todas formas, el aburrimiento crónico puede generar consecuencias más serias a nivel psicológico y emocional.
Sumado a esto, también se relaciona la distracción y la hiperactividad con mayor tendencia al aburrimiento. Esto quiere decir que el no poder concentrarse o ser persistente en una actividad, propicia el aburrimiento.
El aburrimiento puede tener diferentes consecuencias para nuestra mente. Las consecuencias psicológicas de un estado crónico de aburrimiento pueden ser múltiples. Esto siempre y cuando este aburrimiento se vuelva insostenible para la persona. Algunas consecuencias del aburrimiento crónico:
- Crisis existenciales o del sentido de la vida
- Ansiedad
- Depresión
- Apatía
- Tristeza
- Adicciones diversas
Aunque estos puntos pueden parecer extremos o muy críticos, es importante entender que el aburrimiento es un proceso y sentimiento normal. Se vuelve patológico cuando la persona no puede sostenerlo o es demasiado prolongado y repetitivo en el tiempo.
El aburrirse puede tener un sentido, la falta de estímulos o de deseo de realizar algo, puede ayudar a nuestra mente a contactar con algo muy importante: la creatividad.
El poder sostener este estado angustiante y fastidioso permite que nuestra mente comience a utilizar otros recursos como la creatividad y la imaginación.
Este vacío o falta, genera que nuestra mente trabaje en cómo salir de este estado. Incluso a veces es la clave para resolver cuestiones importantes en nuestra vida. Por eso, contactar con el aburrimiento y sostenerlo, puede tener mucho de positivo.
Algunos puntos positivos de aburrirnos pueden ser los siguientes:
-Podemos conocernos a nosotros mismos
Aburrirnos puede dejar de buscar algo en nuestro exterior. Este momento puede generar consciencia ya que podemos observar y sentir qué hay en nuestro interior.
-Oportunidad para relajarnos
Aburrirnos puede permitir bajar la guardia. Dejar de lado los estímulos y simplemente relajarnos para poder descansar un poco.
-Potenciar nuestra creatividad
Contactar con lo irracional es parte de la vida. No todo es diversión y planificación. El aburrimiento puede permitir que vengan ideas creativas o fantasías que nos cautiven y nos saquen de este estado.
-Encontrar respuestas a preguntas importantes
A veces por querer resolver un problema no podemos hacerlo. Dejarlo de lado, divagar, aburrirnos puede ser el camino para la solución de algo que venimos hace tiempo intentando resolver.
Conclusión
Aunque el aburrimiento parece un sentimiento que no tiene fin, es importante poder conectar con el mismo. Nos permite conocernos y sacar lo más creativo adentro de nosotros. Permitir que nuestros hijos se aburran puede ser clave para el desarrollo de su creatividad futura. De todas formas, hay que tener en cuenta que el aburrimiento es prolongado o crónico en el tiempo puede tener consecuencias psicológicas difíciles de afrontar.