La imaginación puede ser una herramienta muy útil cuando es usada creativamente. Poder visualizar un plan, una idea o, simplemente relajarnos con la fantasía serán los usos más comunes y productivos de esta función. De todas formas también la imaginación puede llevarnos a lugares oscuros que despierten sentimientos de ansiedad e impotencia.
La imaginación desde un punto de vista psicológico es una función cognitiva que permite visualizar situaciones, objetos o personas sin la presencia del estímulo externo. Es decir, poder recrear con nuestra mente estos elementos.
La imaginación se suele interconectar con la memoria y el pensamiento según estudios, ya que utiliza estos para poder hacer su función.
La imaginación, como la fantasía, no tiene límites, ya que son infinitas las realidades que la mente puede recrear. De todas maneras, podemos decir los usos más comunes para lo que nos puede servir la imaginación.
-Construir nuestra identidad
-Sacarnos del aburrimiento
-Planificar un evento
-Relajarnos
-Incubación artística
-Reconstruir eventos pasados
-Profundizar en conceptos abstractos
-Complementa con la creatividad distintas áreas de nuestra vida: sexualidad, ocio, trabajo.
La imaginación nos da un poder muy grande sobre nosotros mismos, ya que nos permite relativizar el tiempo, movernos entre pasado y futuro y, a partir de ahí, reconstruir una historia que nos haya afectado. Esto puede hacer grandes cambios a nivel terapéutico, especialmente a nivel de la consciencia.
Sumado a esto podemos utilizarla para relajarnos y fantasear con lugares que nos generen paz y tranquilidad. De hecho, una nota del New York Times habla exclusivamente de cómo esta función tiene una repercusión positiva en nuestra salud mental, y física.
Aquí les compartimos el link: https://www.nytimes.com/2021/01/16/style/go-ahead-fantasize.html
Es común que muchos terapeutas utilicen de la fantasía o imaginación para trabajar los complejos psicológicos que puedan estar afectando a la persona, generandole malestar psicológico. Algunas de las teorías que utilizan la imaginación son: Terapia Cognitiva Conductual, Gestalt Terapia, Psicología Analítica, entre otras. Sin ir más lejos, Carl Gustav Jung, el fundador de la Psicología Analítica, decía que, incluso más que los sueños, la imaginación es la vía por la cual podemos contactar con nuestros aspectos inconscientes, vivirlos, hacerlos conscientes y sanar nuestras heridas. Este psiquiatra suizo desarrolló un método llamado Imaginación Activa que desarrollaremos a continuación.
Esta es una técnica desarrollada por Jung y utilizada por el mismo para navegar en su propio inconsciente. Se trata de generar, a través de la imaginación, un contacto interactivo entre el Ego consciente y las imágenes psíquicas inconscientes. Lo interesante de esto, es que se realiza estando plenamente consciente de tal situación, por lo que se necesita una actitud de entrega. Esto último puede ser, en un principio, muy difícil, ya que el Ego necesita tener el control. Luego de mucha práctica podemos sumergirnos en nuestra imaginación como si fuese un sueño, y rescatar de ahí muchas cosas para seguir desarrollándonos personalmente.
A diferencia de las meditaciones orientales, en las que se busca la meditación y llegar a poner la mente en blanco, en la imaginación activa iremos a buscar imágenes a nuestro interior para poder visualizarlas y relacionarse con ellas.
En la práctica:
1. Aunque se puede hacer en cualquier momento del día, la noche suele ser más beneficiosa.
2. Buscar un lugar tranquilo, íntimo y seguro.
3. Ponerse cómodo y cerrar los ojos.
4. Recurrir a técnicas de relajación y respiración para contactar con nuestro interior.
5. Apagar la voz enjuiciante del Ego.
6. Prestar atención a las imágenes que van llegando, sin resistirnos a las mismas.
7. Interactuar con la imagen que aparezca todo el tiempo que sea necesario.
8. Tomarse un tiempo para volver a abrir los ojos.
9. Trabajar creativamente con la imagen que haya aparecido: pintarla, dibujarla, escribirla detalladamente o representarla con el cuerpo.
Esta es una técnica que lleva su tiempo poder ejercitarla. Para empezar, recomendamos tomarse unos minutos antes de dormir para seguir los pasos que mencionamos anteriormente. También, se puede utilizar un sueño que hayamos tenido para volver a él con la imaginación.
Podemos ver también la otra cara de la imaginación, que como cualquier función de la mente, si se abusa de ella, nos puede afectar.
Sobreestimular la imaginación puede alienar a la persona de su cuerpo, perdiendo contacto con la realidad. Por otro lado, es común ver personas que se aislan en su fantasía por “miedo” a estar en la realidad y se ven imposibilitados de disfrutar de la vida.
Aquí la imaginación se ha vuelto defensiva para la persona, en vez de creativa, ya que la usa en base al miedo y no en pos del amor o el autoconocimiento. Este uso de la imaginación también puede generar tristeza y ansiedad.
En este estado la imaginación puede resultar caótica, oscura y rumiar en torno a ambientes lúgubres y pensamientos negativos.
Por eso es bueno tener en cuenta la relación con esta función psicológica tan especial como es la imaginación.
Películas: “Más allá de los sueños”. En esta película, Chris Nielsen, representado por el gran actor Robin Williams, emprende un viaje hacia los confines más fascinantes de la imaginación.
Series: Un ejemplo del uso de la imaginación es la reciente serie de Netflix, “Gambito de Dama”. En esta serie, Beth, el personaje principal, utiliza la imaginación para recrear un tablero de ajedrez en su mente y practicar jugadas cuando aún no podía comprar un tablero real.
Libros: "Alicia en el País de las Maravillas". En esta obra Alicia comienza divagando debido a su aburrimiento. Es un claro ejemplo de cómo la fantasía en esta obra es ilimitada
Música: “Imagine” de John Lennon se define por ser una canción emblemática mundialmente.
Conclusión
La imaginación, como cualquier función de nuestra mente, podrá ser usada creativa o defensivamente. En base a eso, podemos obtener múltiples beneficios de fantasear con nuestra psique. Desde crear grandes proyectos hasta relajarnos profundamente y mejorando nuestra salud emocional.
Recordemos que la imaginación no tiene que ser un “escape” de la realidad sino más bien una función que nos conecte de una forma más sana con nuestra interioridad.