Muchos hemos escuchado de los beneficios que nos trae la meditación para nuestra salud física y emocional. En este artículo mencionaremos alguno de ellos y te indicaremos los primeros pasos para que puedas comenzar tu propia práctica personal.
La meditación es una práctica que surge en oriente. En ella, se puede alcanzar un estado de consciencia plena. Los ejercicios de meditación se relacionan con la relajación del cuerpo y de la mente, liberándola de los pensamientos y las ansiedades que la persona pueda estar sintiendo.
Aunque hay muchos tipos de meditación, en este artículo proponemos 3 pasos para comenzar conectando a un nivel inicial con esta práctica tan beneficiosa para el ser humano.
Está comprobado científicamente por medio de investigaciones, los beneficios de la práctica de la meditación tanto para la mente como para el cuerpo. A continuación mostramos algunos:
- Reduce el estrés
- Libera a la mente de los pensamientos y las ansiedades
- Relaja el cuerpo
- Ayuda a la concentración
- Genera sentimientos de amor, compasión y paciencia
Incorporar hábitos a nuestra vida diaria puede ser difícil, especialmente cuando tenemos una rutina con muchas horas de trabajo. En esta ocasión, proponemos comenzar solamente con unos minutos diarios de meditación para ir observando los beneficios de esta práctica milenaria en nuestro cuerpo y nuestra mente.
En este punto hablamos del tiempo y del espacio. Esto quiere decir, tomar unos 10 minutos diarios, puede ser al comenzar el día, al terminarlo o incluso en el medio de un descanso. Estos minutos deberán ser tomados como sagrados, esto quiere decir, disponerlos solamente a la práctica de la meditación.
En cuanto al espacio, lo importante es encontrar un lugar donde puedas estar cómodo. Que tu cuerpo pueda estar libre de tensión, relajado, ya sea sentado o acostado. Puede haber ruido o puede haber silencio, lo importante es entender que vamos a ir hacia nuestro interior.
La respiración va a ser nuestro eje. Proponemos empezar con 10 respiraciones. Si es posible, inhalamos profundamente por la nariz y exhalamos lentamente por la boca en forma de O.
Debemos tener en cuenta que la respiración es lo más importante para comenzar, por lo que si nos distraemos en algún pensamiento, lo observamos y luego lo dejamos pasar. Si el pensamiento nos distrajo, siempre podemos volver a comenzar otra vez hasta llegar a 10.
Si sientes que te relajas un poco más, puedes cerrar los ojos, evitando las distracciones de nuestra mirada.
Toda nuestra atención debería estar en el movimiento dinámico de nuestra respiración, inhalar y luego, exhalar. A medida que hayamos podido llegar a las 10 respiraciones, podemos ir sumando algunas más día a día.
Observar cómo nos sentimos es tan importante como haber empezado. Poder visualizar los beneficios de haber calmado la mente y el cuerpo por unos minutos, va a permitirnos continuar la práctica. Hacer consciente esta calma que nos brinda el ejercicio de meditar permitirá acceder a los beneficios de la meditación desde el día en que comencemos.
Recuerda no presionarte para poder comenzar. Lo importante es darte ese momento que quizás estés precisando para aclarar ideas, o simplemente para tomar distancia de tus preocupaciones. La meditación puede ser una fiel compañera de tus rutinas de ahora en adelante.