Cuando dices “me siento triste”, estás admitiendo padecer un sentimiento que podría ser la punta del iceberg de una situación mucho más profunda. Para que la desorientación no se apodere de ti, te contamos por qué te sientes triste y qué puedes hacer para afrontar este sentimiento tan desolador.
Las razones que suelen detonar la tristeza son tanto de índole externa como interna, y su efecto es igual de profundo:
La soledad puede ser tanto una percepción o una realidad, pero su consecuencia es la misma: te lleva a decir “me siento triste” y a que tu autoestima disminuya. Los tiempos en los que vivimos no favorecen la compañía mutua, por lo que muchas personas se ven en la necesidad de adaptarse a una soledad que no buscaron ni mucho menos desean, pero que es su realidad cotidiana.
Descubre aquí cómo afrontar los sentimientos de soledad.
Lidiar con los problemas de la vida diaria es una destreza que necesitamos aprender. Por ello, cuando una situación abrumadora te toma por sorpresa, sin que hayas tenido la oportunidad de trabajar en tus habilidades de afrontamiento, las probabilidades de que te sientas triste son mucho mayores.
Padecer problemas de salud es uno de los detonantes más potentes para decir “me siento triste”, ya que la enfermedad es una importante generadora de incertidumbre. Incluso la presencia de dolores físicos persistentes puede convertirse en una causa de tristeza debido a la ansiedad que estas molestias pueden generarnos.
El gran protagonista de nuestras vidas no se queda atrás cuando de hacerte sentir triste se trata. La recurrencia de los problemas, las discusiones familiares, los conflictos de pareja que no encuentran su solución y un clima laboral poco favorable para el bienestar personal, son motivos más que suficientes para que el estrés se incremente y te conduzca a ese estado de desesperanza en el que solo atinas a decir “me siento triste”.
Sentir que podríamos haber hecho algo para evitar una situación que reviste cierta gravedad, también es un desencadenante de la tristeza, porque el sentimiento de culpa no solo es muy poderoso, sino también considerablemente destructivo.
La llegada del otoño no pasa desapercibida para todas las personas. Al contrario de ello, hay quienes no dejan de decir “me siento triste” cuando los días comienzan a acortarse y la temperatura empieza su trayecto cuesta abajo. Sentirse triste cuando llega esta época del año y continuar con este estado de tristeza hasta la llegada de la primavera, puede ser señal de que padeces el trastorno afectivo estacional.
Si este es tu caso, te invitamos a contactarte con nuestros terapeutas para así iniciar una psicoterapia a tu medida, que elimine este problema de tu vida de manera definitiva.
La diferencia más notoria entre la tristeza y la depresión es que la primera es la consecuencia de ciertas circunstancias externas o externas, pero existe una causa concreta, mientras que la segunda no tiene una explicación racional, ya que se produce debido a un déficit de determinados neurotransmisores. Por lo tanto, la depresión no desaparece por sí misma, sino que requiere de una terapia psicológica específica para erradicarla.
Sal de toda duda y descubre si lo que sientes es tristeza o depresión.
Cuando la tristeza se instala, hay muchas estrategias a tu disposición para combatirla.
Comprender lo que nos sucede y detectar las razones que lo han detonado no es tarea sencilla. Afortunadamente, una de las estrategias en boga para llegar a un nivel de autoconocimiento que nos permita llegar a los motivos de nuestra tristeza, solo depende de tener a nuestro alcance un lápiz y un papel, porque plasmar nuestros sentimientos por escrito hace que nuestra mente pueda ordenar los pensamientos y darle sentido y una respuesta a lo que nos ocurre internamente.
Dedícate a ti mismo para que tu autoestima encuentre una vía hacia su plenitud. Realiza esos pasatiempos que te hacen sentir feliz, dale a un imagen personal ese cambio que tenías pensado y rodéate de personas que le aporten a tu día a día motivos para convertirte en una mejor persona.
Redefine tus objetivos y metas y pon en marcha un plan de acción para lograrlos. No dejes pasar un solo día sin acercarte un poquito más a lo que deseas conseguir en tu vida. Esto hará que tu tristeza se diluya al no encontrar razones para seguir alimentándose de ti.
Si la tristeza persiste, es probable que estés transitando por una depresión que ha encontrado la forma de camuflarse para que creas que es un sentimiento pasajero. Sin embargo, cada día que pasa es un día perdido en tu proceso de recuperación. Encuentra ayuda profesional de la mano de nuestros terapeutas para nunca más tener que volver a decir “me siento triste”.