La sinceridad es aquello que no contiene fingimiento, mentiras o falsedades, los seres humanos contenemos de esta virtud a diario y la utilizamos para una enormidad de vivencias que realizamos cotidianamente. Es algo que va más allá de lo temporal y que engloba más de un patrón relacionado con las conductas humanas, así como también patrones éticos y morales. También es un factor clave en nuestras relaciones.
Muchas veces decimos que “si” a todos, ya sea para no defraudar a otros, por comodidad de no tener un percance con ese amigo o familiar. Básicamente para mantener una imagen social adaptativa, la cual al final termina perjudicandonos de distintas maneras.
Esto suele generar molestias y enojos en nosotros mismos ya que no siempre nos sentimos cómodos en algún lugar, situación o circunstancia a la cual aceptamos estar, cuando en realidad no queremos estar ahí por falta de compatibilidad, interés, entre otras cosas.
El poder decir “no” a una determinada situación es fundamental para tu desarrollo personal ya que ser sincero contigo mismo te hace más honesto y el hecho de ser honesto te hace más confiable y real. La honestidad y la confianza se convierte en una seguridad que sentirás profundamente y los demás también. El opuesto es el que complace a todos pero en el fondo no se siente seguro ni tranquilo consigo mismo. Este tipo de personas puede sentir culpa, miedo y frustración.
De todas formas, probablemente a todos nos paso más de una vez el hecho de aceptar propuestas de familiares o amigos que sabíamos que no nos gustaba y que no nos íbamos a sentir cómodos pero que al final aceptamos , un ejemplo seria si tus padres te ofrecen ir al teatro y a vos no te gusta ir al teatro pero igual aceptas por el miedo a rechazar esa oferta y el miedo a lo que te puedan decir tus padres, no estás siendo sincero contigo mismo, si esto o alguna situación similar te sucedió , quédate tranquilo que ni sos mentiroso, ni sos una persona “falsa”, es normal no querer lastimar, decepcionar o quitarle las expectativas a nuestros seres queridos. Lo importante es recordar que tú también eres una persona que merece sentirse bien contigo mismo y la verdad siempre nos libera de nuestras incomodidades.
Si somos honestos y tenemos la costumbre de decir la verdad diariamente, probablemente lograremos tener éxito en cualquier ámbito de nuestras vidas. Ser honesto contigo mismo y con los demás te garantiza más integridad, más tenacidad y más valor personal a lo cual esto recíprocamente genera en el otro un sentimiento de
confianza y respeto hacia tu persona. El ser honesto es un principio en el cual debemos de cumplir siempre que podamos, si no sos honesto contigo mismo es muy difícil que lo seas con los demás y eso puede generar que utilices la mentira como un mecanismo de defensa. Esto a la larga te puede generar un malestar de culpa y una carga emocional y mental muy grande ya que te hundís en un comportamiento que se te hace muy difícil salir.
Una persona que no puede dejar de mentir, puede volverse patológica. En psicología se conoce como mitomanía. De alguna manera, con lo recién mencionado podríamos verificar que decir la verdad y ser sincero contigo te hace libre, te libera de esas cargas y pensamientos que tanto te pueden molestar a la hora de no actuar como verdaderamente querés.
Muchos principios se arraigan a la honestidad por ejemplo: la justicia, la rectitud, la honradez, la fidelidad, entre otros.
No siempre es fácil ir con la verdad. A veces puede ser algo incómodo o poco agradable el hecho de tener que ser sincero con alguien más. Esto puede conllevar a que se mienta o a que no se diga todo tal cual es. Pero mas allá de la dificultad el decir las cosas con la verdadera connotación es importante ser educado y considerado a la hora de decir una verdad, ya que puede desenlazar en el otro un sentimiento de desgano o que puede repercutir en su personalidad.
Un ejemplo de esto podría llegar a ser cuando despiden a alguien de una empresa. Imaginémonos que a esta persona la despedimos porque no tiene un buen desempeño labora: genera pérdidas, llega tarde y a veces le cuesta enganchar con las tareas. Al momento de despedirla, lo importante es decirle de manera educada y sincera el verdadero motivo de su despido a lo cual sabemos que puede generar en el otro un sentimiento de enojo importante, pero aun así es sumamente beneficioso ir con la verdad. Esto es debido a que la persona podrá aprender de la situación y sacar mayor provecho de la misma. En el caso de que le hubiéramos comunicado a esa persona una mentira, esa persona volvería a trabajar de la misma manera o no tendría la oportunidad de generar un cambio en su próxima oportunidad laboral.
Muchas veces las relaciones se basan en mentiras. Esto quiere decir que empezamos a conocer a alguien exagerando cuestiones de nosotros mismos o ocultando información importante.
Esto solo nos llevará a un conflicto muy grande con el tiempo, ya que la imagen que el otro proyectó en nosotros se derrumbará como un castillo de arena. Muchas veces conocemos este tipo de relaciónes por el término relaciones tóxicas.
En cambio, una relación basada en la honestidad, creará un ambiente seguro, confiable, con raíces fuertes que podrá permitir el crecimiento natural de ambos. Este tipo de relaciones son usualmente más profundas y duraderas.
“Abraza siempre la verdad” – Antístenes
“La sinceridad es la raíz de todas las virtudes” – John Ruskin
“Nuestra conducta es la única prueba de la sinceridad de nuestro corazón”- Charles Thompson, Rees Wilson
“Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones” – William Shakespeare
“Antes que el amor, que el dinero y que la gloria, dame la verdad” – Henry D Thoreau
Como conclusión está más que claro que ser sincero con uno mismo es fundamental para poder llevar una vida sana, más libre de prejuicios y de incomodidades a la hora de la toma de decisiones. También es una manera de hacernos valer, respetarnos y generar confianza en nosotros mismos. Dicen que la mentiras tienen patas cortas, esto lo pudimos ver en cómo afecta una mentira desde un comienzo una relación, generando un clima de desconfianza y rechazo.