Lo que conocemos como insomnio es categorizado como un trastorno del sueño. Puede ser muy molesto y generarnos diferentes problemas a nivel psicológico, biológico y emocional. En esta ocasión hablamos de técnicas para poder ayudarnos a conciliar el buen dormir.
El insomnio es un trastorno de sueño muy común ya que se relaciona directamente con los trastornos de ansiedad. Como sabemos, la ansiedad es un enemigo del dormir, no nos permite activar la rutina de sueño natural para poder entrar en estado de relajación y descanso. Dicho esto, para poder comenzar este camino del buen dormir podríamos comenzar por localizar el problema. Para esto podríamos hacernos una serie de preguntas:
¿Tengo una rutina de sueño establecida?
¿Qué hago antes de intentar dormir?
¿Qué pensamientos surgen cuando estoy intentando dormir?
¿Cómo me siento al intentar dormir?
Estas preguntas pueden orientarnos a detectar problemas y así diagnosticar con mayor precisión lo que nos sucede. Recordemos que para un diagnóstico preciso podríamos consultar a un profesional psicólogo o experto en salud del sueño. Siguiendo esta guía de preguntas de todas formas podemos generar autoconocimiento sobre lo que nos pasa. Una vez que tenemos la respuesta a estas 4 preguntas podemos apuntar a las transformaciones respectivas en nuestra rutina de sueño.
La rutina de sueño es fundamental para conectar con un buen dormir. Esto significa que el irse a dormir puede ser considerado como un ritual que genere lo necesario para entrar en un estado de somnolencia. Si recordamos en nuestra niñez esto era muy común y aunque los niños también pueden sufrir insomnio lo sufren menos que los adultos.
Para entrar en este ritual podemos tener en cuenta diferentes puntos:
Respetar un horario
Tener un horario de sueño ayuda a que el cuerpo se prepare automáticamente para la relajación. Recordemos que nuestro cuerpo tiene sus propio reloj interno y ciclos. Si modificamos esto constantemente generará cambios a nivel psíquico y biológico que dificultará la relajación y por ende, el sueño.
Evitar la sobreestimulación
Muchas personas usan su celular oantes de dormir, estimulando demasiado el sistema nervioso y no beneficiando la relajación. Esto no es aconsejable cuando estamos teniendo problemas para dormir. Podemos modificar esta conducta con la escucha de música relajante o la lectura de un libro que exigen menos estimulación nerviosa.
Localizar los pensamientos intrusivos
Muchas veces la ansiedad genera pensamientos que solo exigen a la mente y no permiten el buen dormir. Poder observar en qué piensas y que te “quita el sueño” nos puede ayudar a empezar a trabajar en ese problema a nivel emocional, quizás con un profesional de la salud.
Las comidas
Recordemos que para digerir la comida nuestro sistema digestivo debe activar una variedad de funciones que pueden dificultar la relajación. Por eso, si comemos en abundancia o una comida la cual sea de dificil digestión para el organismo, no ayudará a propiciar nuestro sueño. La buena rutina alimenticia es otro plus que debemos tener en cuenta para entrar mejor en un estado de sueño.
Evitar la cafeína y el alcohol
Ambos estimulan el sistema nervioso, dificultando el buen sueño. Si podemos tomar una taza de café en la mañana o en la media tarde, pero cuanto más cerca de la noche es mejor evitarlo.
Ejercicio Físico
Poder realizar durante la semana al menos 30 minutos de ejercicio ayudará a nuestra salud física pero además psicológica. Múltiples investigaciones muestran como el ejercicio ayuda a bajar los niveles de ansiedad y estimula la relajación del cuerpo y de la mente. Poder usar nuestra energía para trabajar el cuerpo durante el día nos dejará en un estado de alivio para entrar en el buen dormir. Por otro lado, este ejercicio se recomienda hacerlo al menos dos horas antes de dormir, ya que sino puede generar el efecto contrario, sobreestimulando el sistema nervioso y hormonal, dificultando la relajación.
Aplicar técnicas de relajación
Poder sumar en la noche técnicas de meditación, respiración y relajación nos pueden ayudar a entrar en un estado de sueño. Además de aportar múltiples beneficios a nuestra vida cotidiana en un plano mental y espiritual, estas técnicas son tan efectivas que se han hecho muy populares en cualquier tipo de terapia.
Reflexión
Apuntar a un buen dormir es buscar nuestra salud emocional. mental y biológica. Tener los puntos que mencionamos en cuenta sin dudas ayudarán a encontrar el camino a una sana rutina de sueño. Esperamos que te haya servido.