Emprender puede ser una aventura emocionante y, al mismo tiempo, frustrante. Puede generar distintos síntomas como ansiedad y nerviosismo. En este artículo hablamos un poco de las luces y sombras de emprender. Cómo podemos emprender preservando la salud mental y emocional para lograr un equilibrio saludable en la vida.
Emprender es la labor de llevar a cabo un emprendimiento, un proyecto o un negocio. El emprendedor es el responsable de llevar a cabo este emprendimiento y lo puede hacer en distintos rubros.
Usualmente el primer paso de un proyecto o emprendimiento es cuando surge una idea. Es aquel poder tan humano de imaginar. La imaginación libera y nos cautiva, permite fantasear con algo inspirador o innovador para nuestra vida y la sociedad. Es ahí cuando conectamos a nivel emocional con esta fantasía, “tomándonos” profundamente. A partir de ese momento todo cambia, ya que la idea es bien clara: queremos que se materialice. Para eso, el emprendedor debe realizar acciones para llevar a cabo esta idea.
Es muy común que muchas personas se queden en esta fase, ya que empezar puede ser una tarea difícil si no sabemos del tema o no estamos bien vinculados. Ante la primera traba u obstáculo podemos frustrarnos y que no pase a mayores. Si se supera este primer enamoramiento, es cuando emprender se puede tornar más difícil y revoltoso.
A medida que vamos avanzando, surgen frustraciones y cuestiones que nos hacen replantearnos nuestro plan y nuestro proyecto. Esto puede sentirse como una montaña rusa emocional y tener consecuencias para nuestra salud emocional y física.
A continuación nombramos algunas de las más comunes entre los emprendedores:
El hecho de depender de uno mismo en un proyecto o trabajo puede generar un estado ansioso constante. Este punto puede ser el más común ya que se da por la alta exigencia personal y social que existe en la sociedad. El sentimiento de ansiedad no permitirá a la persona relajarse ya que estará en constante alerta. Esta ansiedad puede afectar al individuo a nivel físico y mental.
A veces el emprendimiento es sumamente valorado por la persona, lo cual lo hace hacer lo imposible para llevarlo adelante. El problema es que este proyecto puede no lograr lo que la persona esperaba, llevandolo a sentir una profunda tristeza o sentimiento de desamparo por esta pérdida simbólica de su “sueño” o idea.
El emprender puede ser en equipo o en solitario. Aunque la primera suele ser más amena y entretenida, muchos emprendedores se lanzan solos a intentarlo. Esto puede llevar a cierta alienación y alejamiento de la persona con sus más allegados, dejándolo con un sentimiento de profunda soledad y melancolía.
Quedarse a altas horas trabajando puede darse en cualquier profesión, pero es muy común en los emprendedores no poder poner un límite personal, ya que nadie se lo pide. Esto puede generar problemas de insomnio, mal dormir, lo que afecta profundamente a la salud mental y física de las personas.
El sobretrabajo puede generar sedentarismo. Esto puede generar distintos problemas musculares y cardiovasculares. Además, si tenemos en cuenta algunos de los problemas psicológicos mencionados pueden existir problemas gástricos y respiratorios, ya que actúan psicosomáticamente en el cuerpo.
El mal comer puede ser derivado no solamente de las comidas que optamos sino por cómo comemos. Es muy común saltearse comidas o pedir algo “rápido” en el mundo emprendedor. Esto puede generar problemas de peso o a nivel biológico.
Si no quieres que tu emprendimiento te genere este tipo de malestares deberías considerar reflexionar sobre tu salud y bienestar. Para eso proponemos 3 puntos que te ayuden a sentirte mejor:
Muchas veces lo que sucede es que podemos estar depositando mucho valor emocional en el proyecto o emprendimiento. Esto nos deja sin energía para otras áreas igual de importantes en la vida como las relaciones, las actividades físicas, lúdicas, entre otras cosas. Esto a la larga es perjudicial, ya que podemos terminar por odiar a nuestro proyecto por “quitarnos” esas partes tan importantes de nuestra vida.
El poder limitar las horas de trabajo permitirá de cierta manera, darle un lugar a nuestra mente y cuerpo de descanso. A veces puede ser díficil porque surgirán constantemente tareas para hacer a distintas horas, ya que los emprendimientos se comportan así. De todas formas, poder limitar no solo se restringe a un horario, sino a poder visualizar cuando nuestra mente nos pide un descanso y ahí permitirnos el mismo.
Es de suma importancia este punto. Reflexionar cuál es el sentido de nuestro trabajo o emprendimiento puede llevar a no perder de vista lo más importante de estas acciones que estamos llevando a cabo. Para algunos será mejorar su situación económica, para otros cambiar aspectos de la sociedad, lo importante es que cada uno sepa hacia dónde va el emprendedor y su emprendimiento, para cuando lleguen las crisis, que siempre llegan, tener las raíces profundas y poder pasar los momentos difíciles de la mejor manera.
Si podemos balancear los aspectos de nuestra vida, poniendo límites y darle un sentido a las acciones que llevamos a cabo, no tenemos cómo no disfrutar del emprender y sus implicancias. Más allá de cómo sea ese proyecto, siempre podremos mantener nuestra salud mental y emocional y, por lo tanto, sacar lo mejor de cada experiencia vivida en esta inmensa aventura de emprender.
Conclusión
En este artículo quisimos hacer conscientes aspectos que a veces no se tienen en cuenta en esta era del “emprender”. Es importante reflexionar sobre los mismos cualquiera sea el proyecto que estamos queriendo llevar a cabo. Emprender puede nutrirnos, pero es un aspecto más de nuestra vida y por eso es importante mantener cierta balanza. Además, emprender puede darnos sentido y eso aportará a nuestro bienestar positivamente. Muchas son las consecuencias que puede sufrir un emprendedor si no tiene en cuenta su salud, esperamos que puedas emprender de la forma más saludable posible.