La adolescencia es una etapa de intensos, drásticos y repentinos cambios. Por lo tanto, es fácil confundir una depresión con la tristeza momentánea que puede producir la primera ruptura amorosa, la denegación por parte de los padres de un permiso muy ansiado o la sensación de injusticia ante una mala calificación después de un gran esfuerzo por obtener lo contrario. Como padres, debemos estar muy atentos a la aparición de ciertos síntomas en nuestros hijos, ya que podríamos estar ante un caso de depresión adolescente y no saberlo. Acompáñanos a develar de qué forma se manifiesta esta enfermedad silenciosa, qué la causa y cómo solucionarla.
Hablamos de depresión en adolescentes cuando se experimentan intensos sentimientos de tristeza, ira o frustración, sin una causa aparente que los detone.
Un adolescente con depresión experimenta una notoria falta de interés en sus actividades cotidianas, tanto en aquellas que le son obligatorias y, tal vez, no muy agradables, como en las que solía disfrutar hasta el momento en el que la depresión tomó el control.
Dado que durante esta etapa de la vida es muy habitual que situaciones que para los adultos resultan cotidianas, para los adolescentes representen un drama insalvable, ya que carecen de las herramientas para afrontarlas y resolverlas, es común atribuir el mal estado de ánimo de nuestros hijos a las situaciones que les toca enfrentar en las diversas esferas de su vida.
Sin embargo, cuando damos por sentado que su tristeza, su ira o su frustración, son típicas manifestaciones de la edad y que pronto pasarán, podríamos estar, sin saberlo, siendo testigos de una depresión en adolescentes que, lejos de ser lo esperable, se irá apoderando cada vez más de nuestros hijos.
Para evitar tu hijo caiga víctima de lo que le resulta absolutamente desconocido, es fundamental que aprendas a reconocer los síntomas de la depresión en adolescentes.
· Dificultades para concentrarse
· Disminución drástica de la energía
· Sentimiento de que la vida cotidiana es algo que debe superarse, no vivirse ni mucho menos disfrutarse
· Tristeza, desesperanza, ira, frustración, sin causas aparentes que las justifiquen
· Baja autoestima
· Irritabilidad y mal humor durante la mayor parte del día
· Falta de interés en compartir tiempo con sus amistades
· Sentimientos de culpa
· Autocrítica desproporcionada con la realidad
· Impavidez ante la necesidad de tomar decisiones
· Creencia de que el futuro será nefasto
· Cansancio constante y agotamiento
· Abandono de los pasatiempos que solían fascinarle
· Pensamientos de muerte o de autoeliminación
La depresión en adolecentes puede deberse a causas de diversas índoles. Conocer cuál es la que ha detonado la depresión en tu hijo es la clave para poder tratarla de forma efectiva y así erradicarla de raíz.
El desajuste a nivel cerebral de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina, suele ser una de las principales causas de depresión en adolescentes y también en adultos. Para tu tranquilidad, los fármacos no son el único camino para revertir esta enfermedad, ya que la psicoterapia ha probado ser una herramienta más que efectiva para nivelar la presencia de los químicos cerebrales.
Por otra parte, los cambios hormonales en la pubertad hacen que las niñas y jovencitas manifiesten mayores probabilidades de desarrollar depresión que los varones.
Los adolescentes no suelen contar con las estrategias de afrontamiento necesarias para superar el fallecimiento de un ser querido, los problemas tales como el bullying, el ciberacoso y las relaciones tirantes en el hogar. Por lo tanto, cualquiera de estas problemáticas podría convertirse en la causa de una profunda depresión.
No solo heredamos las características físicas, sino también muchos de los factores que yacen bajo la superficie, entre los cuales se encuentra la depresión en adolescentes. La genética puede tener una estrecha relación con los asuntos de depresión, por lo que, lejos de descartarla, es importante indagar acerca de la presencia de esta enfermedad en los integrantes de las generaciones pasadas.
Las consecuencias de la depresión en esta etapa de la vida pueden revestir una gravedad catastrófica si no la atendemos a tiempo:
· Desarrollo de enfermedades gastrointestinales
· Aumento de peso con sus consecuentes efectos nocivos para la salud
· Ansiedad
· Aislamiento social
· Deterioro de la imagen a causa de negligencia en el arreglo y en la higiene personal
· Pérdida del apetito
· Disminución del rendimiento académico
· Evitar asistir al colegio debido a la angustia que esto le genera al adolescente
· Desarrollo de adicciones (drogas ilícitas, alcohol, ludopatía)
· Intentos de autoeliminación
Un adolescente con depresión no diagnosticada puede convertirse en una bomba de tiempo. Te invitamos a que dejes la especulación a un lado y confirmes, o descartes, la presencia de depresión en tu hijo. Nuestros psicólogos te darán una evaluación certera y precisa acerca del estado de salud emocional de tu hijo, porque lo que más importa es su salud.
Atiende la depresión en adolescentes a tiempo para permitir que tu hijo recupere las ganas de vivir. Contacta con nuestro equipo de psicólogos para que este asunto tan serio pase a las mejores manos.