¿Sientes cansancio todo el día? ¿Te levantas como si hubieras corrido una maratón? ¿Tu rendimiento en el trabajo está por debajo de lo que puedes dar? Es posible que estés sufriendo de trastornos del sueño y no lo sepas. Algunos de estos trastornos son muy contundentes y hablan por sí mismos.
En cambio, otros ocurren mientras duermes y son esquivos a darse a conocer. Se estima que el 80 % de las personas que sufren apnea del sueño, uno de los trastornos de los que estaremos hablando, no lo saben. Descubre cuáles son las alteraciones del sueño más comunes que existen.
Los trastornos del sueño son mucho más que molestias que alteran la calidad de tu sueño. Dormir mal de forma sistemática puede traer consecuencias que van desde la fatiga diurna hasta la posibilidad de perder el empleo por bajo rendimiento.
Por otra parte, no siempre basta con no beber café después de las cinco de la tarde para que los trastornos del sueño desaparezcan. Esto se debe a que es posible que sean la punta del iceberg de una enfermedad subyacente.
Consiste en la dificultad para conciliar el sueño o en despertarte antes de haber completado tus horas de descanso. Cada persona necesita dormir una cantidad de horas diferente, lo cual dependerá de su edad y de su metabolismo.
Lo recomendable es entre siete y once horas al día. Sin embargo, hay quienes se despiertan ni bien cumplen cinco horas de sueño y se desempeñan con total eficiencia y energía durante el día. En estos casos, no podemos considerar que existe insomnio. En cambio, sí está presente en personas que duermen más tiempo, pero que su dificultar para conciliar el sueño o sus constantes despertares, las llevan a sentirse extenuadas durante el día.
Se trata de levantarse y caminar o realizar actividades mientras se está dormido. Lo padecen más niños que adultos y, por lo general, desaparece solo antes de cumplirse los diez años de edad.
Al contrario del insomnio, la hipersomnia te lleva a conciliar el sueño con total facilidad, en cualquier momento del día y en cualquier situación o lugar. Otro síntoma de este trastorno del sueño es la dificultad para despertarte. A su vez, te sientes somnoliento durante gran parte del día.
Es posible que la apnea se manifieste a través de ronquidos, aunque no siempre estos se producen y no siempre roncar es sinónimo de apnea. Lo que ocurre durante la apnea del sueño es la interrupción de la respiración. En los casos en los que no se corta, la respiración se vuelve casi imperceptible. Dura apenas unos segundos, pero puede producirse más de treinta veces cada hora.
Lo que convierte a la apnea de sueño en un trastorno peligroso es que vuelve a quienes la padecen más propensos a sufrir accidentes de tráfico o laborales.
Este síndrome neurológico te hace experimentar una sensación molesta que te lleva a mover las piernas de forma repentina y vigorosa. Si bien ocurre durante el día, se agudiza durante la noche. Por lo tanto, el descanso se ve interferido y no llega a ser de calidad.
Consiste en sufrir ataques repentinos de sueño que resultan incontrolables. Padecer este trastorno neurológico te impide permanecer despierto durante largos períodos de tiempo.
Estos episodios son muy habituales en la infancia y desaparecen por sí solos. En cambio, cuando te agitas, gritas, tu cuerpo se sacude y golpeas, mientras duermes en la edad adulta, el problema no desaparecerá porque se debe a causas psicológicas que necesitarán ser tratadas por un profesional.
Uno de los impactos más directos de las alteraciones del sueño es el trabajo. Al no dormir bien, tu rendimiento disminuye y el estrés se hace presente. Si te encuentras experimentando este problema, te va a interesar saber cuál es la mejor forma de tratar el estrés laboral.
· Ansiedad
· Hipertiroidismo
· Altos niveles de ácido úrico en sangre
· Lesión en los nervios periféricos
· Disminución de los acúmulos de hierro
· Enfermedades psiquiátricas
De estas tres causas, la ansiedad esa la única que puede tratarse a través de una terapia psicológica como las que encontrarás en Tu Terapia. En el caso del hipertiroidismo y de las enfermedades psiquiátricas, estas deberán ser tratadas por el endocrinólogo y por el psiquiatra respectivamente.
Los trastornos del sueño son flagelos que se acomodan en tu organismo y desde allí parasitan tranquilamente si no haces nada para eliminarlos. Mientras tanto, toman control de tus noches, de tus días, de tus vínculos y de tu autoestima. ¿Se los vas a permitir? ¿O vas a tomar una decisión estratégica para erradicarlos?
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