En este artículo hablaremos sobre qué es la soberbia. Desarrollamos cómo se ve una persona soberbia como puede influir, tanto en el desarrollo personal, como en sus relaciones personales. Por último, trataremos a la soberbia como uno de los aspectos que sobresalen en ciertas psicopatologías.
La soberbia se caracteriza como un sentimiento interno de distanciamiento y superioridad hacia otra persona o un grupo de personas. La persona se valora por sobre otras, sintiéndose superior.
Este sentimiento proviene de una inflación del Ego o el Yo, que se siente en un nivel de consciencia, conocimiento o habilidad superior al resto.
Una persona soberbia se relaciona superficialmente con los demás, porque no están a la altura de él mismo.
A un nivel más profundo, lo que realmente no quiere la persona soberbia es que no noten su vulnerabilidad o debilidad. Estas personas no suelen relacionarse con los demás de una manera horizontal. De una u otra forma, siempre encuentran la circunstancia para hacer notar su supuesta superioridad.
11 Características de las personas soberbias:
- No muestran su parte vulnerable
- No ceden ante una discusión
- Siempre quieren tener la razón
- Están pendientes de lo que los demás piensan
- Son personas solitarias
- Impulsividad
- No logran expresar sus sentimientos
- No conectan íntimamente con las personas
- Exageran sus logros y talentos
- Solo les gusta hablar sobre ellos mismos
- Envidia profundamente a los otros
La persona soberbia usualmente menosprecia a las otras personas que están por debajo de su valoración, llevándola a diferentes consecuencias que distinguimos a continuación:
- Suelen tener problemas relacionales
- Sentimientos de soledad
- Impulsividad
- Inestabilidad emocional
Es muy probable que detrás de la soberbia exista una herida muy profunda. Cierta parte de la personalidad no quiere ser mostrada y la persona se esconde “protegiéndose” con su lejanía y superioridad. Sin embargo, esta supuesta superioridad está escoltada de una gran inseguridad propia con respecto a sus capacidades. La persona no cree que los otros lo pueden llegar a querer, o que realmente pueda llegar a lograr un gran éxito personal.
Claramente, esto anterior es inconsciente y la persona no se da cuenta lo que le está pasando, al menos que sufra lo que podemos llamar una “herida narcisista” que lo lleve a concientizar y, luego, poder sanar.
“Abraza la soberbia que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño no querido.”
Clarissa Pinkola Estés - Mujeres que corren con los lobos.
El Narcisismo es un trastorno de personalidad que tiene una particularidades similares a la de una persona soberbia. El problema del trastorno de personalidad es que la persona no es consciente del trastorno, haciendo difícil su tratamiento. Las personas narcisistas no creen que necesiten cambiar o que precisen ayuda de otras para poder hacerlo. La principal herida que existe en este trastorno es la incapacidad de amar o intimar con otros.
El cuento de Narciso nos relata sobre un joven muy bello que queda “enamorado” de su propio reflejo en un lago. Al quedar enamorado de él mismo se ahoga y muere. Este enamoramiento no es real, ya que se queda atrapado en la superficialidad de su imagen externa reflejada en el lago.
Muchas personas soberbias se preocupan demasiado por cómo se ven o cómo los ven los demás, impidiendo el relacionamiento profundo que solo se da conociendo una persona en su totalidad. Para esto, el “narcisista” o “soberbio” debería mostrar su parte vulnerable y cómo vimos en párrafos anteriores, es lo que quiere evitar constantemente.
La megalomanía es una condición o delirio dónde la persona se cree superior debido a fantasías de omnipotencia, poder y grandeza.
Este desorden se da cuando, a través de sentimientos de manía, la soberbia o el narcisismo de la persona llega a un extremo patológico que puede ser agudo o crónico y conllevar consecuencias muy graves.
El problema fundamental de las personas soberbias es que creen firmemente que no necesitan ayuda.
Esto se da debido a que pedir ayuda admitiría algún tipo de vulnerabilidad o fragilidad y, para estas personas estar en esa situación es muy difícil de sostener.
De todas maneras, existen momentos de crisis donde cualquiera puede estar dispuesto a hacer un cambio. Esta transformación se puede dar al concurrir a terapia psicológica, para poder conectar más profundamente con las personas y desarrollar su capacidad de gratitud y humildad frente a la vida.
La soberbia aleja a la persona de poder relacionarse profundamente con otros, y por tanto, con uno mismo. Entender qué hay detrás de la soberbia de la persona: su herida, su vulnerabilidad o fragilidad, podrá ayudar a conocerse a ella misma y empezar a integrar una personalidad más real y amorosa frente a las personas. La soberbia, como un aspecto que no nos deja conectar con el otro, se antepone al amor.