Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que puedes tomar. Una vez te veas libre de tabaco, tu salud mejorará en todos los aspectos, ya que no solo tus pulmones y tu sistema cardiovascular respirará mejor que nunca, literalmente, sino que caminarás por el mundo sabiéndote libre de una adicción opresora, y eso es la verdadera libertad. Sin embargo, al dejar de fumar es habitual que se te presenten ciertos síntomas que te molestarán durante un tiempo. Siempre es mejor anticiparte a lo que vendrá, y así estar preparado para lo que te tocará enfrentar durante las semanas siguientes al cambio en tu estilo de vida.
Conoce los diez síntomas que experimentarás al dejar de fumar y descubre cómo enfrentarlos.
Diez síntomas que aparecen al dejar de fumar
Dejar de fumar es un cambio de hábito drástico al que tu cuerpo debe acostumbrarse. Como ocurre con otras adicciones, el cerebro envía órdenes al cuerpo para que este comience a molestarte. Este es el último recurso que tu cerebro tiene para hacerte recaer en el tabaquismo. Conocer estos síntomas es la mejor forma de prepararte para afrontarlos y salir triunfante en tu decisión de dejar de fumar.
Un fuerte rebrote de tus deseos de fumar
Las ganas de fumar es uno de los síntomas con los que más tiempo deberás luchar. Para saber a qué te enfrentas, es importante que sepas cuáles son los factores que más suelen despertar el deseo de volver a sucumbir en el mundo de la nicotina. De modo que necesitarás tener la guardia lo más arriba posible cuando te encuentres en las siguientes situaciones:
· En compañía de fumadores
· Experimentando aburrimiento
· Tomando té o café
· Luego de una comida sabrosa
· Al comenzar el día
Experimentar irritación y mal humor
Al dejar de fumar, el cuerpo necesita acostumbrarse al efecto que la nicotina ejercía en el cerebro. Por lo tanto, es muy habitual que la ausencia de este químico te genere irritabilidad. Una manera muy efectiva de impedir que tu estado de ánimo afecte negativamente en tus relaciones, es racionalizar el mal humor. Ahora que sabes que se debe a una cuestión meramente bioquímica, no hay razón para que le des permiso a esa irritabilidad de arruinarte el día.
Una técnica muy efectiva para deshacerte de ella es la meditación mindfulness. ¿Ya la has probado?
Dificultades para concentrarte
La falta de concentración es un síntoma que no tarda mucho en desaparecer. La mejor forma de lidiar con él es siendo consciente de tu distracción se debe a la ausencia abrupta de nicotina en tu organismo, por ende, no deberías comprometerte a realizar actividades que requieran de una gran concentración durante los días posteriores a dejar de fumar.
Insomnio
Dado que la dificultad para dormir es un síntoma muy habitual al dejar de fumar, aplicar las técnicas de higiene del sueño te será muy beneficioso. De modo que evitar la cafeína después de las cinco de la tarde, abstenerte de llevar pantallas al dormitorio y cambiar las cenas pesadas por ensaladas livianas, te resultará muy provechoso.
Picazón
Es posible que durante los primeros días sin tabaco experimentes picazón en las manos y en los pies, incluso a veces puede extenderse al cuero cabelludo. La mejor forma de paliar esta molestia es mediante la aplicación de cremas específicas para aliviar la picazón, así como también cambiar el shampoo habitual por uno más suave o recomendado por dermatólogos.
Transpiración excesiva
Tu organismo pondrá en marcha el mecanismo de la transpiración para quitarse de encima las toxinas que el tabaco y la nicotina le han ido dejando. Puedes ayudar a que este proceso sea más rápido y eficaz mediante la práctica diaria de ejercicio aeróbico.
Incremento del apetito
Dejar de fumar hace que sientas más hambre, pero eso no significa que debas comer más, sino que es un excelente momento para replantearte tu alimentación, lo cual implica desterrar ciertos alimentos atiborrados de calorías y de grasas nocivas, para darle la bienvenida a una nutrición basada en frutas, verduras, cereales y legumbres.
Aumento de peso
Incluso las personas que controlan su alimentación y no comen más de lo habitual al dejar de fumar, pueden experimentar un aumento de peso, ya que el cuerpo deja de quemar calorías a la velocidad en la que lo venía haciendo. En estos casos, el ejercicio será tu aliado número uno.
Sentir ansiedad
Sentir deseos de consumir algo, en este caso tabaco, y forzarse a no hacerlo, es la combinación perfecta para detonar la ansiedad, especialmente si eres una persona propensa a este trastorno. Para evitar que la ansiedad te consuma, planifícate actividades que te mantengan ocupado en cuerpo y mente; lleva una vida social activa y busca un sistema de recompensas que te produzca gratificación. Ten en cuenta que esta es una etapa pasajera hacia un nuevo estilo de vida saludable y activo.
Entrar en depresión
La depresión puede ser tanto el resultado de fallas en las conexiones cerebrales como de una profunda tristeza con la que no hemos sido capaces de lidiar. Cualquiera haya sido el detonante, los resultados son igualmente destructivos. No permitas que tu depresión avance, encuentra tu terapeuta aquí mismo y comienza tu terapia para combatir la depresión ahora.
